La tartamudez, también denominada disfemia, es un trastorno que
afecta a la fluidez del habla. Se inicia durante la niñez y puede durar toda la
vida.
Este trastorno se caracteriza por las interrupciones en la
producción de los sonidos del habla, también denominadas “disfluencias”. La
mayor parte de la gente produce breves disfluencias como repetir algunas
palabras o empezar por “mmmm” o “eh” la palabra que quieren decir. Esto no
tiene por qué ser un problema; no obstante, pueden entorpecer la capacidad de
comunicación afectando a las actividades de la vida diaria.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que es normal que los niños
entre 2 y 5 años no presenten una fluidez completa en el habla, ya que están en
la etapa de adquisición del lenguaje. Por ello es importante saber diferenciar
entre las disfluencias habituales de esta etapa y las que pueden ser atípicas.
Por todo ello es importante identificar la disfemia de forma
correcta, para poder ofrecerle a la persona las herramientas necesarias para
conseguir una mejora en su comunicación oral. Para ello es necesario realizar
un buen diagnóstico que debe ser realizado por el logopeda.
Tratamiento
En la actualidad no existe ninguna terapia que elimine
completamente las alteraciones en la fluidez del habla. No obstante, es
fundamental tener en cuenta que detectarlo a tiempo ayuda a corregir este
trastorno lo máximo posible.
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